(2 FEBRERO) JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA

 

Firmes en la fe: Jóvenes consagrados, 

un reto para el mundo

La Jornada de la Vida Consagrada se celebra el día 2 de febrero, fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo “para ofrecerlo al Señor” (Lc 2, 22).

El Papa Juan Pablo II instituyó esta Jornada el año 1997. Tiene como objetivo ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los votos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega a Cristo y a la Iglesia.

En este día damos gracias a Dios por el don de la vida consagrada al servicio de la Iglesia y del mundo. Pedimos por las vocaciones a la vida consagrada, que son un don de Dios a su Iglesia. Dirigimos también la mirada agradecida y el corazón lleno de amor a los consagrados de nuestra Diócesis de Ciudad Real: las Órdenes e Institutos religiosos dedicados a la contemplación o a las obras de apostolado; las Sociedades de vida apostólica; los Institutos seculares; todas las personas que, en el secreto de su corazón, se entregan a Dios con una especial consagración.

“¿Qué sería del mundo si no existieran los religiosos?”, se preguntaba justamente Santa Teresa de Jesús (Libro de le Vida, c. 32, 11). He aquí una pregunta que nos lleva a dar incesantes gracias a Dios, que con este singular don del Espíritu Santo continúa animando y sosteniendo a la Iglesia en su compromiso en el mundo.

El lema de este año: “Firmes en la fe (Col 2, 7). Jóvenes consagrados, un reto para el mundo”, enmarcado en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en agosto en Madrid, ofrece la ocasión de testimoniar a los jóvenes el valor de la consagración al Señor en medio de un mundo secularizado.

El Papa Benedicto XVI, en la reciente Exhortación Apostólica Verbum Domini (n. 104) dice que los jóvenes “necesitan testigos y maestros, que caminen con ellos y los lleven a amar y a comunicar a su vez el Evangelio, especialmente a sus coetáneos, convirtiéndose ellos mismos en auténticos y creíbles anunciadores. Es preciso que se presente la divina Palabra también con sus implicaciones vocacionales, para ayudar y orientar así a los jóvenes en sus opciones de vida, incluida la de una consagración total”.

Hay diversidad de caminos de consagración. Es cierto lo que decía León Felipe: “Para cada uno guarda un camino virgen Dios”. También es bonito lo que decía Antonio Machado: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar…”

Pero lo que nos presenta hoy la Iglesia, en esta jornada, es que hay caminos más rectos, mejores, que garantizan el encuentro con Dios, que están construidos sobre Cristo; son los caminos de la Vida Consagrada. Normalmente, surgieron tras “encrucijadas” y “espesos bosques” y la constatación de abrir un paso nuevo ante una nueva situación.

Os remarco, rápidamente, los caminos de consagración (Carismas) presentes en Daimiel, para caer en la cuenta de las vías de comunicación que tenemos con Dios aquí; y lo hago por orden de la antigüedad de su llegada a nuestra ciudad:

* Desde 1.599, están presentes las Carmelitas Descalzas, fundadas por Santa Teresa de Jesús (española), doctora y mística, que reformó la orden en 1.555. Su camino es el de la oración y el Encuentro con Dios. Antes, en 1.583, estuvieron los Carmelitas.

* Desde 1.627, están presentes las Mínimas, fundadas en 1.474 por San Francisco de Paula (italiano), ermitaño. Su camino es la ascesis cuaresmal, la humildad y la caridad.

* Desde 1.883, están presentes las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fundadas por la española Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars en 1.872. Su camino es la caridad con los ancianos. Alegremente, celebramos su centenario aquí, en la parroquia de san Pedro Apóstol, con D. Rafael Torija, obispo emérito.

* Desde 1.907, están presentes los Pasionistas, fundados por el sacerdote italiano San Pablo de la Cruz en 1.720. Su camino es el anuncio de la Pasión de Cristo. Hace poco celebraron, también felizmente, su centenario.

* Desde 1.912, están presentes las Calasancias, Hijas de la Divina Pastora, fundadas en 1.885 por el español y sacerdote escolapio Faustino Míguez, beato; que conoció personalmente a nuestro estimado D. Tiburcio, párroco de san Pedro durante muchísimos años. Su camino es el de la educación. Están a punto de celebrar el centenario de su presencia entre nosotros.

* Desde 1.921, están presentes las Hijas de san José, fundadas por el sacerdote jesuita, también español, Francisco Javier Butiñá Hospital (e Isabel de Maranges Valls) en 1.875. Su camino está expresado en el hogar y taller de Nazaret.

* Desde 1.943, están presentes las Apostólicas del Corazón de Jesús, fundadas por la española Luz Casanova en 1.924. Su camino de consagración son los débiles: los pobres, los niños, los enfermos…

* Y, –quizá ya creíais que había terminado–, desde 1.992, aunque ya estaba entre nosotros algunos años más, en el Instituto Secular de la Virgen de la Anunciación –que nació en 1.957–, de la Sociedad de San Pablo, fundada por el sacerdote italiano Santiago Alberione, beato, en 1.914, se consagró la seglar Rosa María Córdoba; luego le han seguido sus hermanas Teresa y Loli. Su camino es la evangelización desde los medios de comunicación, la oración, la liturgia y la pastoral.

Caminos hay. ¡Hacen falta peregrinos!, que se desinstalen de las seguridades y quieran recorrer estos caminos. Ve por el camino que más te ayude, pero “ve a menudo a la casa de tu Amigo, porque la maleza pronto borra la senda que no se pisa”.

Las Comunidades de religiosos y religiosos de Daimiel lo van a celebrar en la Eucaristía de la tarde, a las 19:30 h. en san Pedro; presidirá el padre pasionista Jesús María Gastón. El miércoles, 2 de febrero.

 

¡Feliz Jornada de la Vida Consagrada!