NOVEDADES BLOG: Visita nuestra web -- http://divinapastoradaimiel.org/ -//-ÚNETE YA A LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS/AS ALUMNOS/AS DEL COLEGIO DIVINA PASTORA, EN LA SECRETARÍA DEL COLEGIO

lunes, 16 de diciembre de 2013

Tercera semana de Adviento 2013



Evangelio Según San Mateo 11,2-11:

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: "¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?" Jesús les respondió: "Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!"Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: "¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él."

PALABRA DEL SEÑOR


ORACIÓN
“¡Te necesito, Señor!, porque sin Ti mi vida

se seca. Quiero encontrarte en la oración,

en tu presencia inconfundible, durante
esos momentos en los que el silencio se
sitúa de frente a mí, ante Ti.
¡Quiero buscarte!


Quiero encontrarte dando vida a la

naturaleza que Tú has creado; en la
transparencia del horizonte lejano desde
un cerro, y en la profundidad de un bosque
que protege con sus hojas los latidos
escondidos de todos sus inquilinos.
¡Necesito sentirte alrededor!


Quiero encontrarte en tus sacramentos, en

el reencuentro con tu perdón, en la
escucha de tu palabra, en el misterio de tu
cotidiana entrega radical.
¡Necesito sentirte dentro!


Quiero encontrarte en el rostro de los hombres

y mujeres, en la convivencia con mis
hermanos; en la necesidad del pobre y
en el amor de mis amigos; en la sonrisa de
un niño y en el ruido de la muchedumbre.
¡Tengo que verte!


Quiero encontrarte en la

pobreza de mi ser, en las capacidades
que me has dado, en los deseos y
sentimientos que fluyen en mí, en mi
trabajo y mi descanso y, un día, en la
debilidad de mi vida, cuando me acerque
a las puertas del encuentro cara a cara contigo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario